viernes, 14 de agosto de 2009

Algo así como un Vélez B

Caso curioso el de Banfield. Inconscientemente o no, en los últimos dos años se acostumbró a traer jugadores de Vélez, la mayoría de ellos, históricos de la institución de Liniers. En el presente equipo del sur, se encuentran nada menos que seis hombres con pasado “fortinero”, un hecho para nada común en la Primera División del fútbol argentino. Sin llegar a ser una filial, al mejor estilo europeo, Vélez comenzó a cederle a aquellos players que no tendría en cuenta. Y lo que fue un hecho aislado, se convirtió con el tiempo en una costumbre. Por caso, el primero en arribar fue Ariel Broggi. El lateral izquierdo abandonó a Vélez en el 2007 tras cuatro años en aquél club y hace dos que alterna en Banfield (arrancó como titular y fue relegado en el pasado Clausura). Un año después, acompañaron al defensor Maximiliano Bustos y Marcelo Bustamante, pero aquí hay que hacer un paréntesis. Porque si bien el primero llegó directamente desde el equipo de Liniers, tras defender la camiseta durante ocho años, y el segundo también, hay que aclarar que Bustamante pasó siete veranos en Vélez pero en tres etapas distintas. En el medio jugó en Olimpo y Arsenal. De una u otra manera, el sur comenzaba a teñirse de azul y blanco.
Arrancado el 2009 el que puso el gancho fue el uruguayo Santiago Silva, aunque el delantero es de todos el menos relacionado con la institución de Liniers. Pasó antes por 11 clubes y estuvo en Vélez apenas uno. Para el presente torneo Apertura que aún no arranca, Banfield continuó con su costumbre y confió en Sebastián Méndez y Santiago Ladino, dos defensores con una vasta experiencia en Liniers. El primero pasó siete años y ganó un título, mientras que el lateral jugó seis temporadas y abandonó el club en el 2006 para aportar su grano de arena en el Lorca de España, Bari y Gimnasia de Jujuy, con quienes acaba de descender.
Pasándolo en limpio, Banfield podrá recibir a River por la primera fecha con Broggi, Méndez, Bustamante, Silva, Ladino y Bustos, más de medio equipo con pasado “velezano”. Y, salvo el delantero, con pasado fuerte.
El reciente caso Estudiantes-Grupo Universitario de Tandil
Por una movida exclusivamente marca registrada de Juan Sebastián Verón, Estudiantes acaba de cerrar un convenio con el conjunto tandilense que disputará a partir de septiembre el Torneo Argentino B. De esta manera, siete jugadores de la Reserva “pincha” que no iban a tener lugar en el plantel superior, fueron cedidos a préstamo para que se fogueen y adquieran experiencia. La iniciativa la tomó la “bruja”, pues desea imitar los pasos de los clubes más poderosos de Europa. Y se escogió a Universitario porque su presidente, Ricardo Zarini, tiene una buena relación con dirigentes del club platense. Incluso, el entrenador es Horacio Rodríguez, quien supo jugar al lado de Juan Ramón Verón y es amigo de la familia. “Esto surgió por una idea de Sebastián, que quería Estudiantes hiciera algo parecido a lo que pasa en Europa, y nos dio la posibilidad de trabajar en un club ordenado que la temporada pasada estuvo cerca de ascender al Argentino A Además, se hacen cargo de los sueldos que percibimos los integrantes del cuerpo técnico”, explicó Rodríguez.
Como retribución, la Comisión Directiva del Universitario confirmó que cambiarán los colores en su camiseta: la tradicional azul quedará atrás y la nueva será roja y blanca, similar a la de Estudiantes.
¿Qué ganan los platenses con todo esto? Que Claudio Manzano Olmedo (20 años), Favio López Bantar (20), Leandro Cuevas (20), Marcelo Genua (20), Ariel Fredes (19), Luciano Castro (22) y Mauro Rotondo (19), adquieran experiencia. Ni más ni menos que eso.
Nicolás Fábrega

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