Un bombón en la Bombonera

Para aquellos que tal vez no lo sepan, Ariel Rosada ya jugó en Boca. En realidad, salió de su cantera, debutó en Primera y se fue rápido debido a que no logró afianzarse en el once titular. Tras un paso corto por el AZ Alkmaar holandés (que, a decir verdad, no era el equipo que es en la actualidad), regresó al conjunto de la Ribera y fue cedido a Chacarita. Eso ocurrió en 1999 y recién diez años después, cuando pocos lo esperaban, el volante tapón pegó la vuelta, tras una extensa y exitosa carrera en el exterior, que incluyó un título con el Toluca mexicano en tres temporadas, y un año en el Celta, de donde acaba de desvincularse para fichar en el equipo de Basile. “No sé si es una cuenta pendiente, sí que es un desafío muy grande. Cuando llegué a Primera era difícil jugar seguido porque había monstruos como Serna, por eso me fui. Ahora vuelvo con más experiencia”, contó.
Firmó por un año, y si hay algo de lo que no debe preocuparse el “coco” , es del ritmo de competencia que trae el futuro compañero de Battaglia en el círculo central: “bombón” fue uno de los jugadores con más competencia dentro del plantel del Celta, aunque su último partido haya sido el 21 de junio.
“Esto habla de que hice bien las cosas en España, y también en México. Fue una experiencia muy buena haber jugado en esos países”, dijo el hombre que también había sonado para reforzar el medio de River, y que tuvo un exitoso pase por Chacarita antes de emigrar a Toluca.
Rosada, de 30 años y campeón en el Newell’s de Gallego, será el cuarto refuerzo de Boca, junto a Federico Insúa, el chileno Gary Medel y el uruguayo Adrián Gunino. La particularidad es que, cada uno de ellos, llegó a préstamo.
Otro que vuelve a un viejo amor
No sólo Rosada regresó a su antiguo club. Andrés Silvera tiene todo arreglado para ser el nuevo delantero de Independiente por dos años, equipo donde se consagró campeón y goleador en el Apertura 2002, también con Gallego como DT. “Silvera siempre va a estar en mi mente porque me hizo salir campeón. Es un goleador, un buen pibe y eso es importante”, lo elogió el “tolo”. Para que la firma del nueve quede estampada y puede empezar a entrenarse a partir del lunes sólo falta que logre desvincularse de San Lorenzo, institución que le adeuda 200 mil dólares. Independiente, que peleó palmo a palmo con River y Vélez (le ofrecía al “cuqui” la misma plata que ganaba en San Lorenzo, con el ingrediente siempre motivador de ser un club que jugará la Sudamericana y la Libertadores ’10), le pagaría 650 mil dólares a los de Boedo, cifra que ya fue aceptada. Así, el nueve, de 32 años, volverá a formar parte del plantel de Independiente seis años después, con la idea de ganarse un puesto y, por supuesto, repetir el título.

Nicolás Fábrega