martes, 25 de agosto de 2009

Panorama negro

Se complicó el futuro de Néstor Gorosito en River. Tras perder los dos partidos oficiales del segundo semestre (ante Lanús, como local, por la Copa Sudamericana y frente a Banfield, en el inicio del torneo), ya hay dirigentes que lo miran de reojo. Y, como si fuese poco, tras que no le trajeron los jugadores que pidió (sólo llegó Nicolás Navarro), se comienza a desmantelar el plantel, porque Augusto Fernández tiene todo acordado con la gente del Saint Etienne y Mateo Musacchio viajará esta semana a Europa para tramitar sus papeles y comenzar a entrenar con el Villareal B. Hay que recordar que el club español es dueño de su pase.
Pero más allá de eso, hay actitudes del entrenador que molestaron a los dirigentes. Por ejemplo, que haya marginado a Domingo cuando el volante central surgido de las inferiores acaba de firmar el vínculo con el club por tres años, y en su lugar pruebe con Musacchio, zaguero devenido en mediocampista. También le critican que no tenga una lógica en la elección de ciertos jugadores, y aquí el tema de los delanteros es notorio. Probó con Andrés Ríos, Gustavo Fernández y Gonzalo Gil como relevos de Fabbiani, pero no sólo no lo convenció ninguno (y con razón), sino que los borró para volver a contar con ellos pocos días después, en una actitud confusa. Pasó lo mismo con Eial Strahman, goleador de las inferiores y nuevo integrante del plantel de Primera, pero sin chances de formar parte, al menos, del banco de suplentes.
A Cabral lo limpió durante el Clausura por su flojísimo nivel, y en su lugar puso a Gerlo. ¿Qué pasa hoy en día? El ex Racing jugó los dos partidos del semestre y cometió un error grosero e infantil ante Banfield, mientras que “paco” fue marginado y ni siquiera entrena con el plantel. En su momento, el arco también estuvo en duda, y Gorosito llegó a jugar con Barbosa, Vega y Ojeda, sin que ninguno llegara a consolidarse como titular. Luego, ante el flojo desempeño del primero y su venta a México, y tras la enfermedad del ex Central, Vega se adueñó de los tres palos, aunque en su lugar, y para ser titular, el entrenador pidió, una y cien veces, a Navarro, quien finalmente llegó.
“No sirve estirar la agonía”, dijo un dirigente “millonario”. “Complicó las cosas y es responsable de este comienzo”. Y es que ni el momento ni los números lo ayudan a Gorosito. El Apertura recién comienza y puede pasar cualquier cosa, aunque cuesta imaginar a un River protagonista. Sobre todo porque incorporó poco y mal, y vendió a su jugador más importante, Radamel Falcao. Por su parte, depende de un milagro para seguir vivo en la Copa. Deberá ganar en el Sur, y con una obligación extra: marcar al menos dos goles y no recibir ninguno. Un panorama difícil para un equipo que, con el ex Argentinos como técnico, apenas se quedó con los tres puntos en nueve ocasiones sobre 27 encuentros, y sumó otras 11 derrotas, entre Clausura, Libertadores y Sudamericana.
Nicolás Fábrega

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