miércoles, 12 de agosto de 2009

Una victoria para levantar el ánimo

La selección argentina de fútbol se sacó la mufa de encima y venció en un partido amistoso a Rusia por 3 a 2, con goles de Sergio Agüero, a los 45’; Lisandro López, a los 46’ y Jesús Dátolo, a los 59’. Claro que la historia no había arrancado bien para los dirigidos por Diego Maradona, puesto que el local se había adelantado en el marcador a través de Semshov, a los 17’ y, sobre el final, logró descontar gracias a Pavlyuchenko, tras un rebote en López luego de un tiro libre de frente al arco de Mariano Andújar.
Más allá de los merecimientos (la selección mejoró mucho en el complemento, tras dudar demasiado los primeros 45’ y depender de la mala definición rusa para no irse con dos o tres goles en su haber), lo más importante fue el resultado. Traerse una victoria de Moscú, en tiempos de vacas flacas, es un condimento especial que venía necesitando el conjunto de Maradona. Porque la Argentina andaba con el rumbo torcido. La derrota ante Ecuador, en la altura de Quito, había afectado demasiado no sólo a los jugadores, sino también al cuerpo técnico. Porque a falta de cuatro juegos para la finalización de las Eliminatorias Sudamericanas (y dos de ellos ante Brasil en casa y frente a Uruguay en Montevideo), la clasificación no está asegurada, y debe conseguir al menos cinco puntos más para respirar con cierta tranquilidad.
Entonces había que levantar la moral para recibir a Brasil, el 5 de septiembre, con la frente bien alta. Claro que el malestar en la selección no es nuevo. Los problemas habían arrancado con Alfio Basile, quien tuvo que renunciar tras el papelón de Chile. Y Maradona no supo solucionarlos. En lo que va del 2009, la selección ganó cinco partidos y perdió en dos ocasiones, números que no indican una crisis futbolística... a menos que se entre en detalles. Tomando como referencia el contexto, la situación toma otro color. A ver: el primer partido del año fue en Marsella ante Francia, el actual subcampeón mundial. Y Argentina, sin llegar a pasarlo por arriba, estableció una clara diferencia. Le ganó 2 a 0, con goles de Jonás Gutiérrez y Lionel Messi. Una excelente preparación para afrontar el debut oficial de Maradona: en el Monumental, ante Venezuela y por las Eliminatorias. Otra victoria, en este caso por 4-0, sentenció el buen momento del equipo albiceleste.
Pero llegó la primera derrota. La primera del ciclo Maradona, y la primera oficial. Días después de la paliza frente a los venezolanos, Argentina vivió una de sus peores presentaciones de la historia y fue goleado por Bolivia, selección eternamente inferior, por un categórico y humillante 6-1. Allí, tras el impensado resultado, se encendieron varias luces de alarma. El idilio y el amor propio que el entrenador parecía brindarle a los jugadores, comenzaba a mermar. Porque el conjunto boliviano estaba capacitado para quedarse con los tres puntos, pero jamás de la manera que lo hizo.
Había que levantar el ánimo... y nada mejor que enfrentar en Santa Fe al débil equipo panameño. Sí, perfecto, en este caso Maradona no contó con los Messi, los Agüero, los Tévez y siguen las firmas. Salieron a poner el pecho valores del fútbol local, y eso fue suficiente. Se ganó 3 a 1, con goles de Matías Defederico y Gonzalo Bergessio en dos oportunidades, y un nivel regular en un partido jugado a media máquina.
El cotejo importante fue el siguiente. Colombia llegaba al Monumental con la idea de sacar cuanto menos un empate para seguir soñando con el Mundial de Sudáfrica, y estuvo cerca de conseguirlo. Pero Daniel Díaz, a los diez minutos del complemento, le dio el 1-0 al local, que terminó sufriendo más de la cuenta. Tres puntos fundamentales para seguir ahí de los líderes, pero el rendimiento general seguía sin convencer a la gente. Y frente a Ecuador, luego de haber realizado un aceptable primer tiempo y desperdiciar un penal (Marcelo Elizaga se lo detuvo a Tévez), el juego cayó en la segunda etapa y, en varios pasajes del partido, se temió que el “efecto Bolivia” se repitiera. Finalmente el marcador terminó 2-0 para el local, y a enfrentar nuevas críticas. Justas, por otra parte. Aún no se terminó el año para la selección.
Restan partidos claves y puntos decisivos para viajar a Sudáfrica. Pero el rendimiento deberá mejorar. Sí, se ganaron cinco juegos de siete, pero esas dos derrotas se sufrieron mucho más que los gozos momentáneos tras las victorias ante Panamá, Francia y Rusia.

Nicolás Fábrega

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